Dejar de fumar: La decisión (I)
Como ya os dije, voy a comenzar una serie de post contando mi experiencia en este duro proceso de dejar de fumar.
Fundamentalmente lo hago por si puedo animar y ayudar a alguien que esté en estas mismas circunstancias, pero también lo hago para mi, ya que esta decisión ha supuesto un cambio muy importante en mi vida y quiero dejar constancia, de la forma más exhaustiva posible, de todas las sensaciones (buenas y malas) que voy experimentando.
Y dicho esto, allá vamos:
Y dicho esto, allá vamos:
La decisión surge de repente y sin tenerlo planificado.
Bueno, si que es cierto que un mes antes empecé a aficionarme al runnig y ya venía trasteando en mi cabeza la idea de que no me parecía demasiado coherente hacer tanto deporte (e intentar llevar una vida bastante sana en alimentación y en casi todo), y estar enganchada al cigarrillo, así que, aunque a ráfagas, y no de una manera muy consciente, sí que había pasado por mi mente el planteamiento de dejar de fumar, pero no muy en serio. Es más, creo que me aterraba tomar esa decisión porque confiaba tan poco en mi y en mi fuerza de voluntad, que pensaba que iba a ser imposible.
Por un lado tenía miedo a pasarlo mal y a fracasar, y por otro me daba pánico pensar en ese último cigarrillo y en esa vida sin poder fumar NUNCA. Para que me entendáis, yo era de esos fumadores que pensaba que fumar es un placer, y por lo tanto, que una vida sin poder fumar sería mucho menos placentera. Y precisamente ese "NUNCA" era lo que mentalmente me bloqueaba, por eso creo que fue genial para mi cambiar el planteamiento, y pensar solo en el día a día.
Y así ocurrió el 8 de mayo pasado, ese día me levanté, y como si me hubiese sometido a una sesión de hipnosis, decidí que iba a intentar no fumar nada, a ver cuanto aguantaba... Para mi sorpresa, y sin demasiado esfuerzo, aguanté todo el día sin fumar, y ahí empezó todo.
Al día siguiente me compré estas zapatillas nuevas para correr:
Continuará...
Bueno, si que es cierto que un mes antes empecé a aficionarme al runnig y ya venía trasteando en mi cabeza la idea de que no me parecía demasiado coherente hacer tanto deporte (e intentar llevar una vida bastante sana en alimentación y en casi todo), y estar enganchada al cigarrillo, así que, aunque a ráfagas, y no de una manera muy consciente, sí que había pasado por mi mente el planteamiento de dejar de fumar, pero no muy en serio. Es más, creo que me aterraba tomar esa decisión porque confiaba tan poco en mi y en mi fuerza de voluntad, que pensaba que iba a ser imposible.
Por un lado tenía miedo a pasarlo mal y a fracasar, y por otro me daba pánico pensar en ese último cigarrillo y en esa vida sin poder fumar NUNCA. Para que me entendáis, yo era de esos fumadores que pensaba que fumar es un placer, y por lo tanto, que una vida sin poder fumar sería mucho menos placentera. Y precisamente ese "NUNCA" era lo que mentalmente me bloqueaba, por eso creo que fue genial para mi cambiar el planteamiento, y pensar solo en el día a día.
Y así ocurrió el 8 de mayo pasado, ese día me levanté, y como si me hubiese sometido a una sesión de hipnosis, decidí que iba a intentar no fumar nada, a ver cuanto aguantaba... Para mi sorpresa, y sin demasiado esfuerzo, aguanté todo el día sin fumar, y ahí empezó todo.
Al día siguiente me compré estas zapatillas nuevas para correr:
Continuará...

Comentarios
Mi corazón está contigo... Todo es fuerza de voluntad, cielete, todo se basa en tener «gónadas-cojoneras y/u ováricas» y echarle huevos a la vida. Nada es fácil...
Preciosas zapatillas.
No decaigas, corazón!
Sigue contándonos...
Besos
No hay nada como empezar a hacer deporte con unos objetivos para que tus hábitos se reorganicen.
A ver si me llega a mi el día ese en el que vuelvo a hacer deporte y a cuidarme que después del embarazo estoy toda floja. Y encima, después de nueve meses sin fumar he vuelto a fumarme mis cigarricos de fin de semana. ¡Un desastre!
Me alegro un montón. Y si querías ser una runner de verdad, tenías que dejarlo o no ibas a dar el nivel.
Ya tienes un seguidor más para estas entradas.
Yo también decidí dejar de fumar de un día para otro y de forma radical y sigo pensando que es la única manera de hacerlo. Eso de reducir, un día me fumo 10, al siguiente 5, tener tabaco de reserva "por si acaso"... esas cosas son básicamente engañarse a sí mismo para volver a fumar en cuanto se encuentre una buena excusa.
Pero cuidado: dejar de fumar cuesta mucho esfuerzo y los ánimos a veces flaquean, por lo que acompañarlo de otros hábitos saludables como correr o comer sano es el entorno más ideal para evitar malas sensaciones. Y tú lo estás haciendo genial! Me va a encantar esta serie de entradas :D
saluditos!
Como veo que lo políticamente correcto es darte la enhorabuena, pues allá va: ¡enhorabuena!
Cuando veo cine clásico no paran de fumar en todas las secuencia, casi en todos los planos: era una moda.
Ahora todo el mundo hace apología de no fumar, incluso se prohibe, se sataniza a quine fuma (los malos de las pelis son los únicos que fuman): es una moda (bueno ahora es una moda prohibir cosas incluso a nosotros mismos).
Hitler tampoco fumaba.
Besos.
Mil besos y gracias!
Besos!
Nos vemos!
Y bueno, el segundo también. Hace un tiempo, en mi primer intento (que no llego a suceder) pensaba que lo de ir reduciendo era lo mejor, pero no. Ahora me he dado cuenta, que por aquel entonces estaba tanteando la posibilidad, pero no tenía claro que quería luchar.
Bueno, ya iré contando... y sí, es difícil, pero no imposible. Mil besos y encantada de que te gusten estas entradas :)
Hitler no fumaba ¿y?
Saludos